Su estancia en camping en el Médoc le deparará maravillosas sorpresas. Comience descubriendo la región a través de las playas del Médoc: Vensac, Montalivet, Soulac-sur-Mer… Evidentemente, nada como subirse a una bicicleta para llegar a ellas a través del pinar. Los amantes del mar podrán reencontrarse con el perfume yodado de la costa atlántica, el ambiente de los pueblos pequeros y una soberbia paleta de azules.
La Gironda es también sinónimo de una fantástica gastronomía: las deliciosas ostras de la bahía de Arcachon, la famosa lamprea “a la Bordelaise”, el célebre foie gras de la Gironda… Gracias a los numerosos viñedos de los alrededores podrá asociar fácilmente estas especialidades con una cepa de la región. Los más curiosos sin duda disfrutarán descubriendo la historia de la viticultura y el oficio de los artesanos a través de alguna de las cinco rutas del vino.
Los amantes de la historia se alegrarán al saber que tienen aquí muchos sitios dignos de conocer. Además de la ciudad de Burdeos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Gironda atesora multitud de monumentos históricos: el castillo de Roquetaillade en Mazères, la Ciudadela de Blaye…
¿Actividades? Por supuesto, ¡y no precisamente pocas!: deportes náuticos en el océano o en agua dulce en el lago de Hourtin, paseo por las rutas de senderismo, escalada en el recorrido de arborismo…
Entre los descensos en canoa, los paseos en plena naturaleza y la visita a parajes increíbles, su estancia en camping en el Médoc será un derroche de aventuras. ¡Que arranquen las vacaciones!